Un Encuentro en Guayaquil.
La independencia se va desvaneciendo. ¿Fuimos alguna vez independientes? ¿Nos ocupa la independencia? ¿Nos preocupa la dependencia? Quizás el lector se estará preguntando a qué vienen las preguntas, ¿acaso estamos discutiendo si las ciencias sociales son objetivas tanto como las naturales? Evidentemente no, pero sí podríamos discutir qué nos convoca como latinoamericanos, sí podríamos hacerlo como argentinos en todo caso.
Justamente allí pretendo ir con usted lector, preguntarnos si estamos dispuestos a pensar nuestro pasado, ha analizarlo, desde todos los medio posibles, artístico, político, social, económico, literario desde el que desee.
Le propongo arrancar por el cine, el 7mo arte, pregunto: ¿cuál fue la última película latinoamericana que vio en el cine? No lo recuerda, entiendo hay poco tiempo para esas cosas. Si es así le prometo que lo que le voy a contar/escribir no va a demorar usted ni 10 minutos en leerlo.
Llegué al cine con pocas expectativas de ver mucho público esperando ver el film, una película donde el tema central es un encuentro muy poco tratado en las mesas de café como el que tuvieron Simón Bolívar y José de San Martín en Guayaquil no era una buena oferta sobre todo en tiempos en donde no sabemos quién será el entrenador de la selección o si Messi retrotraerá su decisión aparentemente irrevocable. Pensaba mientras viajaba cuán necesario seria poner en el tapete estos temas, que los ídolos de los mas pequeños sean San Martín, Bolívar, Moreno, Tupac Amarú si se quiere y no el hombre araña, superman o batman, en todo caso me conformo con que se pregunten de dónde venimos. Después de comprobar que muy pocas salas emitían el film, caminando pude ver desde lejos acumulación de personas, acercándome esa acumulación había mutado a fila, fila larga tan larga que se desdoblada una para comprar entradas y otra para ingresar a la sala. Bien. Comenzó a rodar la cinta, para quien se estremece con este tipo de obras(yo) créanme que las pulsaciones de mi corazón progresivamente empezaron a subir, el encuentro de los libertadores, el conformismo de Remedios, la obstinada repugnancia de Rivadavia por la libertad, su oposición al rompimiento de las cadenas, la posición intransigente de una Iglesia totalmente dependiente disparan al espectador muchas inquietudes, muchas dudas, muchas inconsistencias, coincidencias con la realidad nacional y regional. Uno no puede abstraerse de su propia historia, uno no puede creer que es simple espectador, uno debe entender su pasado para comprender el presente y mejorar el futuro, el aquí y ahora. La historia deberá revalorizarse, deberá ser el motor primero, deberá gratificarnos, porque nacimos en estas tierras, porque debemos honrar a nuestros padres, a nuestros mentores, San Martín y Bolívar han dejado una marca indeleble en cada uno de nosotros, su sangre aun se mantiene caliente en cada corazón, viaja en cada joven que decide nombrar a las cosas como son. En una gran escena dejan claro que se les fue la vida libertando naciones y nosotros, sus hijos no podemos ser menos, no podemos traicionar su memoria porque estaríamos traicionando nuestra propia identidad.
Dejemos de buscar afuera lo que no hallamos dentro todo está aquí solo hay que empezar a despolvorear.
PELICULA: El encuentro de Guayaquil – Dir: Nicolás Capelli
DURACIÓN: 103 min.
HORARIOS: 11:50 – 16:30 – 23:10hs.
CINE: Goumont
El film narra el encuentro entre José de San Martín y Simón Bolívar. A nivel histórico, sin recursos suficientes para revertir la situación militar del Perú, San Martín vio cómo se debilitaba su posición política en Lima. Recurre a Bolívar que tenía un fuerte respaldo político y militar. La película recorre la charla entre San Martín y Bolívar en la ciudad de Guayaquil tratando de desentrañar sobre qué hablaron los dos grandes héroes latinoamericanos. Y de esta forma, poner de relieve el pensamiento de estos hombres.