Estrenaron en Octubre del 2019 en Espacio Callejón. Hicieron 11 funciones a lo largo de octubre, noviembre y diciembre. La pandemia los encontró ensayando a días del reestreno. Como muchos, tuvieron que frenar. Más de dos años después, han podido volver.
ÓXIDO “es una comedia “gamberra” en la que tres personajes buscan irremediablemente el alivio para soportar sus miserias vitales”, así la define su autor y director: Gonzalo de Otaola, español radicado hace 15 años en Buenos Aires; quien sin embargo no logra todavía encontrar una palabra que defina “gamberro” en argentino.
“En Oxido hay algo del orden de lo existencial que se vuelve dinámica pura, risa desatada y doliente”. “Creo que vivimos inmersos en unos sistemas socio-económicos que no solo nos alienan y nos imponen, sino que también nos hacen buscar un alivio constante, que paradójicamente es regulado por estos mismos sistemas”.
El dramaturgo y director cuenta que durante la escritura de la obra siempre tuvo muy en mente los experimentos sobre adicciones que realizó Bruce K. Alexander en la década de los 70. “Él ideó el “rat park”, un mundo utópico, perfecto, en el que las ratas adictas a drogas fuertes como la heroína o la cocaína, dejaban naturalmente de consumir. Cambió el paradigma que se tenía sobre la adicciones”.
En la obra Gastón es un tenista frustrado convertido en odontólogo, con serios problemas con las drogas. Mauro, con quien comparte consultorio, esconde tanto que cualquier altibajo le hace refugiarse en el alcohol; e Inés podría ser tachada de turra, por unos, y de ninfómana, por otros, debido a su comportamiento sexual.
“La búsqueda del alivio es algo natural. Pero si metes a una rata en una caja de cristal de 1×1, sola, con luz artificial, es normal que busque más alivio, y si encima le das drogas y nada más, es lógico que obtenga el alivio de una manera insana, pero: ¿qué otras opciones tiene? Algo similar pasa con los personajes de ÓXIDO, yo no les puedo culpar de sus desaciertos, ni creo que nadie deba hacerlo. Sin embargo todo esto es algo conceptual que se desprende, en cualquier caso, después de ver la obra. En ella solo vemos tres personajes que padecen, pero que tratan de sobrevivir con sus nudos de la mejor manera posible, y que en último término encuentran alivio el uno en el otro, y el otro en el uno, y viceversa”.
Inés ha dejado su vida atrás, su baño, su casa, su pareja, su ciudad, para venirse a Capital. Pero arrastra una molestia: un diente partido.
Por eso llama a Gastón, un antiguo amigo de los veranos de su infancia, tenista frustrado convertido en odontólogo, porque aunque hace muchos años que no se ven, no conoce a mucha gente en la ciudad y total son casi como primos.
Pero ese día Gastón siente sudor frío y un molesto temblor de manos, por lo que le pide a Mauro, con quien comparte consultorio, que la atienda.
Mauro se resiste, pero al ver a Inés, le vuelven a brillar los ojos como hacía años que no le brillaban.
Óxido es una obra sobre el alivio.
Teatro El Grito – Costa Rica 5459, Palermo.
Viernes 22.30 hs.
contacto: gotaza@hotmail.com
instagram @oxidolaobra