Reforma Laboral: el ataque a las conquistas obreras. Por.- Flor Asiain.

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Ni la dictadura se animó a tanto”, así definió el presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas, Matías Cremonte, el borrador de la reforma laboral que impulsa el gobierno del presidente Mauricio Macri como parte de su programa de “reformismo permanente”.

El texto profundamente reaccionario, flexibilizador y antiobrero que compromete derechos elementales de los trabajadores había sido anunciado por el presidente Macri antes de las elecciones, no como una reforma laboral sino una serie de puntos a “revisar” gremio por gremio. Pero con el resultado electoral favorable lanzó un proyecto que es un manual de ataque a las conquistas obreras, las mismas que nos costaron años y décadas de luchas, de persecuciones, cárcel y hasta de mártires obreros.

Sin dudas un retroceso al siglo XIX que no deja ninguna opción librada al azar: las jornadas pasarían a ser extendidas, una modalidad llamada “banco de horas” donde la patronal podrá decir cuántas horas vas a trabajar cada día. Hoy diez, mañana seis. Evitando así pagar “extras”. La indemnización por despido se reduce al básico. Quedarán excluidos de la base salarial para el cálculo de las indemnizaciones por despido, el sueldo anual complementario, las horas extraordinarias, las comisiones, premios y/o bonificaciones, las compensaciones de gastos y todo rubro que carezca de periodicidad mensual, normal y habitual. Pero la propuesta tiene favoritismos, por supuesto, los acuerdos por empresa e incluso individuales, para que sea más fácil renunciar a derechos sin ni siquiera poder apelar ante la justicia. Con las pasantías y la tercerización libre aumenta la precarización y la desigualdad entre el empresario y sus trabajadores.

Los empresarios se ven beneficiados en varios aspectos, podrán “blanquear” a los que estuvieron años en negro, sin multas ni sanciones. Y les bajarán aportes patronales por miles de millones de pesos, desfinanciando a las jubilaciones y la nuestra seguridad social. Además, las organizaciones empresarias y sindicales podrán establecer en los convenios colectivos de actividad la creación de un Fondo de Cese Laboral Sectorial, una forma de financiar las cobertura en materia de preaviso y despido sin causa, que corren hoy por cuenta de los empleadores. Quedan eximidos de la responsabilidad sobre los empleados tercerizados. Esto traerá como consecuencia que las contrataciones a plantas permanentes pasen a ser cada vez menos y se manejen codo a codo con las empresas tercerizadoras de puestos de empleos, generalmente con contratos mensuales cortos y reemplazables; o disfrazados con el nombre de “pasantías” prácticas formativas en ambientes de trabajo y producción de bienes y servicios, las que no generarán relación laboral y se extenderán también al sector público. Las «prácticas» tendrán un máximo de hasta 12 meses y una carga horaria de hasta 30 horas semanales. Los practicantes recibirán una suma de dinero en carácter no remunerativo en calidad de asignación estímulo.

Un ítem aparte merece la reducción de los plazos para iniciar juicios laborales. El plazo de la misma pasaría de 2 a 1 año para que los trabajadores inicien acciones judiciales contra sus empleadores, relativas a créditos provenientes de las relaciones individuales de trabajo y de disposiciones de convenios colectivos. Dicho plazo no podrá modificarse por las convenciones colectivas de actividad.

Ante tal atropello y opresión a los derechos adquiridos por los trabajadores a lo largo de la historia, nos urge la necesidad de imponer un verdadero frente obrero capaz de movilizar toda la clase trabajadora, hasta derrotar este ataque neoliberal brutal del gobierno y las patronales. Hay que lograr pronunciamientos de asambleas, de los cuerpos de delegados y comisiones internas, de sindicatos y seccionales, de centros de estudiantes que quieran enfrentar esta nueva precarización de la juventud y se unan contra la imposición de la ley de reforma laboral.

Lo que nos costó años conquistar no se puede entregar sin lucha. Hay que tocar las ganancias empresarias, no los derechos de los obreros. Derrocar el capitalismo no es tarea fácil, pero es algo inevitable….

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