Con un Vorterix repleto de gente, Alan Sutton y las criaturitas de la ansiedad hicieron vibrar a su público, quien aguardo la previa escuchando música clásica y que aunque no lo crean “a veces cantando esas melodías como si estuvieran en un pogo”.
Hermosa noche se vivió en el show de esta tremenda banda, con una puesta en escena y un vestuario pocas veces vistos en bandas independiente. Alan Sutton y sus músicos disfrutaron del show que planearon -porque fueron casi dos horas con su gente muy entusiasta- que con sus ganas y admiración por lo que estaban viendo hicieron hasta emocionar a los músicos, que sin duda, tuvieron una tarde noche más que movilizante.
No es para nada sencillo tocar en Vorterix, mucho menos sonar como sonaron.
No solo la banda suena tremenda, la propuesta de las letras y la composición también son jugadas, haciendo una crítica al consumismo y las formas en la que nos impone el mercado una vida llena sin sentidos.
Tuvieron tiempo de rockear, también de salir del telón y hacer un formato acústico íntimo con la gente, con un sonido impecable desde que comenzó hasta que termino.
Es un show muy a flor de piel el que propone Alan y sus músicos, con un ida y vuelta constante con el público, como si a veces aparte de estar viendo una banda te sientas que también estas en una obra de teatro, y muy bien lograda.
Felicitaciones para esta banda que viene pasando un momento excelente, creciendo muchísimo en cantidad de público en todos sus shows y con una propuesta totalmente distinta a la que habitualmente vemos en la escena local.
