“El eslabón perdido” es el rescate de un artista absolutamente singular. Y en ese mismo rescate, el retrato impresionista de un personaje atenazado por una bohemia indómita.
Pudo haber sido un cantautor de alcances continentales, pero se limitó a tatuar para siempre la Argentina del retorno de la democracia con canciones como “Los locos de Buenos Aires” o “Aquella murguita de Villa Real”. Con una trama artística única que integra el tango y el rock, la murga y la poesía, el folklore y el fútbol, pudo haber sido lo que el mercado llama “un artista consagrado”. Pero se concentró en ser… Alejandro del Prado.
“El eslabón perdido” parte de la admiración de ambos directores (Marcelo Schapces y Mariano del Mazo) a su obra, y de los interrogantes que plantea su figura. ¿Por qué su carrera quedó trunca? ¿Es un Quijote?, ¿Cuáles son las claves de su arte? ¿Qué metafísica late en un músico popular que afirma: “Yo quise ser como Johann Sebastian Bach. No pude”?
“El eslabón perdido” está habitado por fantasmas. Recorre sitios emblemáticos de la vida y la obra del artista, como Villa Real y Almagro, ancla en obsesiones y recurrencias, aborda el testimonio del propio Alejandro y de compañeros de ruta como su hermano periodista, Horacio del Prado, su hija Malena, el legendario baterista Rodolfo García y el poeta Jorge Boccanera entre otros, y respira el aire tierno y alucinado de aquellos versos: “Siempre pondré pan en la vereda, para que los gorriones vuelvan”.
Alejandro del Prado nació el 2 de abril de 1955 en Buenos Aires.
Es el hijo de Calé –el gran dibujante y cronista gráfico creador de “Buenos Aires en camiseta”- y hermano menor del periodista Horacio del Prado. Absorbió la cultura nacional y popular de las décadas del ‘40 y ‘50 –el tango, el folklore, el fútbol, la murga- y la integró en su obra con la cultura rock de los años ’60 y ‘70. Como su padre, supo combinar raíz y vanguardia.
Su primer y único disco en grupo fue con Saloma. En casi cuarenta años, editó tres discos solistas: “Dejo constancia” (1982), “Los locos de Buenos Aires” (1984) y “Yo vengo de otro siglo” (2008). Los tres, extraordinarios.
Tocó en barcos, frecuentó poetas y escritores en la Argentina y en su paso por México, fue guitarrista de Alfredo Zitarrosa y además un bastión masivo de la canción urbana y el rock de la Buenos Aires del retorno de la democracia.
Después su figura se diluyó en exilios interiores, enojos y un combate cuerpo a cuerpo con sus propios fantasmas. Poco se supo de él: un misterioso viaje a España, algunos conciertos casi secretos, legendarios, y la sorpresiva muerte de su mujer, Susana.
La historia de Alejandro del Prado está plagada, como toda buena historia, de paradojas. Complementa una gruesa raíz popular, peronista, con el afán de ruptura y vanguardia que incluye la fuga permanente, tal vez motorizado por un temor atávico al reconocimiento. Un blanco móvil hecho de titubeos y vacilaciones. Alejandro del Prado sabe cómo cascotear cada uno de sus logros.
No conoce la decadencia: canta como siempre, dibuja, lee y musicaliza poesía, compone magistral y febrilmente, corrige, diseña proyectos artísticos. Como él mismo se define, es un músico de otro siglo, y al mismo tiempo un eslabón perdido entre varias generaciones y estilos musicales de la Argentina.
FICHA TECNICA
Producción: Barakacine
Dirección y guión: Mariano del Mazo y Marcelo Schapces
Edición: Camila Menéndez y Guillermina Chariglione
Diseño de sonido: Nicolás Giusti
Música: Alejandro del Prado
Con los testimonios de: Horacio del Prado, Malena del Prado Fernández, Jorge Boccanera, Dani Ferrón, Rodolfo García, Diego Zapico.
Mariano del Mazo: Técnico Superior en Periodismo, es especialista en cultura popular. Condujo durante 10 años el programa Flores negras por Radio Nacional y Del Plata. Escribe en el suplemento cultural Radar, en Acción, Infobae y en la revista Rolling Stone. Escribió tres libros biográficos: uno sobre el bailarín Juan Carlos Copes, uno sobre Sandro, y un tercero sobre Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, y en breve se publicará “Entre lujurias y represión” sobre Serú Girán. Escribió 20 años en el diario Clarín, en la legendaria Cerdos & Peces y en Le Monde Diplomatique. Trabajó en ciclos televisivos como Bitácora y Elepé (Canal 7). Fue docente en TEA, conductor de Lado M en Radio Mitre y Radio del Plata y de La hora de los magos en Radio Ciudad y Nacional Rock. Se desempeñó como columnista de La vuelta, en Radio Continental. Fue Premio Konex 2007 y Jurado Premios Konex 2015.
Marcelo Schapces: Director y productor de cine, a cargo de Barakacine, una compañía independiente que ya se ha hecho cargo de más de 50 producciones entre largometrajes, documentales, cortos y series y programas de TV. Como productor cabe recordar “Luca” de Rodrigo Espina, “Juan y Eva” de Paula de Luque, “Pájaros Volando” de Néstor Montalbano, y “Zonda”, de Carlos Saura. Como director ha realizado la multipremiada “Che, un hombre de este mundo” en 1999, “La velocidad funda el olvido”, en 2006, y la reciente “Necronomicon”, en 2018 que le ha valido el premio a la mejor dirección en el Horrorant Film Festival de Atenas. Fue el creador y productor general del canal de televisión INCAA TV (hoy Cine.Ar) durante sus dos primeros años (2010 y 2011). En estos días trabaja en la preparación de su próximo largo, “El Conserje y la Eternidad”.
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