#GatilloFácil: “Mi hijo se cruzó con un asesino que le dio un tiro en la nuca”

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Romina es la mamá de Brandon Romero, el joven de 18 años que el domingo 5 de julio fue asesinado de al menos cuatro tiros en la Ruta 226 por un policía que dijo haber disparado porque intentaron asaltarlo. La mujer tiene otros tres hijos: un joven de 19 años que trabajaba con Brandon en una panadería, una hija de 7 y otra de 20. Dice que en su casa “nadie está sin trabajar, sin hacer algo” y remarca: “Somos una familia de bien“.

Lo dice porque está enojada, porque afirma que su hijo no tenía ningún antecedente penal -como informó inmediatamente después del hecho la policía- y porque pide justicia, porque siente que no la escuchan: este lunes, a ocho días del homicidio de su hijo, recién pudo hablar con el fiscal del caso porque fue ella hasta Tribunales acompañada de allegados y organizaciones que no dudan en afirmar que el asesinato de Brandon Romero se trató de un caso de gatillo fácil: “A mi hijo me lo mataron porque estaba en el momento equivocado y se cruzó con un asesino que le dio un tiro en la nuca“.

El policía Arcángel Bogado, oficial de custodia encargado del traslado de detenidos, circulaba en las primeras horas de la mañana del domingo 5 de julio a bordo de su moto en el kilómetro 6 de la Ruta 226 y, ante lo que denunció como un intento de robo, disparó al menos cuatro veces contra uno de los tres jóvenes que también se movilizaba en una moto. Ese joven que terminó muerto y, posteriormente, arrollado por un auto era Brandon Romero que, según relata su familia, venía en realidad junto a un grupo de jóvenes en dos motos. Mientras la investigación judicial encabezada por el fiscal Alejandro Pellegrinelli se encontraba a la espera de tomarle este lunes declaración indagatoria de manera formal al policía (que se encuentra en libertad acusado preliminarmente de homicidio agravado) para a partir de esa versión comenzar a analizar los pasos a seguir, la familia de Brandon, empezó a reconstruir lo sucedido, según el testimonio de uno de los jóvenes que iba con él y a quien no conocía previamente.

Ese joven -que por una “maldita casualidad”, según definió Romina, terminó detenido la semana pasada por una causa previa– le contó a la mamá de Brandon que ellos dos iban en una moto y que otros tres adolescentes se movilizaban en otra. Y que en un momento, luego de que los tres amigos se cayeran, ellos siguieron su marcha hasta que vieron otra moto detenida y frenaron para ver qué pasaba. En ese marco, de acuerdo a ese testimonio, Brandon se bajó de la moto e inmediatamente el policía empezó a disparar y así mató a Brandon de al menos cuatro disparos -uno de ellos en la cabeza- y además baleó al otro joven que afirmó que por temor se fue del lugar y se curó la herida en su casa.

Este lunes Romina llegó hasta Tribunales acompañada de organizaciones que denuncian que se trata de un caso de gatillo fácil y a partir de un abogado que le ofreció ayuda pudo finalmente ser recibida por el fiscal, por primera vez.

Esto recién empieza, el fiscal dice que tiene que tener las pruebas, todavía falta digitalizar la autopsia. Me dijo que primero tiene que declarar el policía y en base a eso ver qué cree. A base de eso recién ahí va a ver los pasos a seguir”, resumió en diálogo con Qué digital, pero luego lamentó sentir que pese a lo que le contó, el funcionario judicial “no le dio bola”.

Así Romina mostró su malestar por las primeras versiones oficiales del hecho que dieron cuenta de que su hijo tenía antecedentes penales, con lo que muchas veces eso implica en la valoración social. “Mi hijo tenía 18 años, empezó a trabajar a los 17 de seguridad en un predio, después de ahí se quedó sin ese trabajo y las vecinas mayores lo mandaban a hacer mandados, a pagar cuentas, eso es lo que hacía mi hijo y después enganchó trabajo en la panadería. Mi hijo no tenía ningún antecedente, no conocía una comisaria y estaría bueno que más de uno se retracte”, expresó.

Y afirmó: “La gente lo primero que te dice cuando salís a reclamar es ‘te lo mataron porque salió a robar’. No, a mi hijo me lo mataron porque estaba en el momento equivocado y se cruzó con un asesino que le dio un tiro en la nuca después de tenerlo arrodillado”.

Asimismo, la mujer cuestionó las respuestas encontradas en la fiscalía. “Se supone que el fiscal tiene que defender a mi hijo, que no era un asesino, que no era un chorro, que no tenía antecedentes, que era una criatura y que trabajaba y se ganaba la plata todos los días, amaba trabajar. A mi hijo no le regalaban nada”.

Romina insistió en que aquella mañana su hijo no tenía ni un cuchillo, ni ningún otro arma. Y cuestionó: “Si ya le diste dos tiros en las piernas a una criatura, ¿para que le das un tiro en la cabeza?”.

Foto principal de: Radio Comunitaria La Revuelta MDP – Raymundo Gleyzer

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