Detuvieron a tres militantes socioambientales por manifestarse donde estaba presente Alberto Fernández.

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Durante la inauguración de un hospital modular realizado en la semana en Los Cardales —localidad del municipio bonaerense de Exaltación de la Cruz— tres integrantes de la asamblea socioambiental Exaltación Salud fueron detenidos por manifestarse contra los agrotóxicos. También detuvieron a un periodista que registró la secuencia, que incluyó golpes por parte de la Policía Bonaerense a los militantes y al trabajador de prensa. Tras cuatro horas de permanecer en la Subcomisaría de Los Cardales y la presentación de un hábeas corpus, fueron liberados pero imputados por resistencia a la autoridad. En el acto de inauguración estaba el presidente Alberto Fernández. La policía provincial afirmó a los asambleístas que actuaron por órdenes de Seguridad de Presidencia.

Anabel Pomar, vecina de Exaltación de la Cruz, activista de Exaltación Salud y periodista, fue una de las detenidas. “Como el presidente, junto a autoridades locales, iba a inaugurar un complejo modular hospitalario, entendimos que por ser un tema de salud teníamos que estar presentes en el acto con el mensaje de que paren de fumigarnos”, explicó a Tierra Viva. “Tenemos muchas consecuencias en la salud de nuestras familias y vecinos producto de los agrotóxicos”, agregó.

La militante sostuvo, poco después de ser liberada que lo ocurrido “fue un atropello no solo contra el periodista y nosotros como activistas, sino contra toda la ciudadanía que exige vivir y gozar de los derechos consagrados en la Constitución Nacional: a la protesta pacífica y a un ambiente sano”. A continuación calificó la situación como “gravísima” porque “involucra el ejercicio de violencia institucional por parte de quien debería garantizar esos derechos”.

“Basta de cáncer. Paren de fumigarnos”

Con el objetivo de visibilizar su reclamo por un ambiente sano, tres activistas de Exaltación Salud se acercaron al acto para desplegar una bandera que decía: “Basta de cáncer. Paren de fumigarnos”. La acción se realizó fuera del lugar donde Alberto Fernández estaba brindando su discurso sobre el derecho a la salud de los habitantes de esa ciudad. Allí había un vallado y un despliegue de seguridad, además de otros presentes con banderas de partidos políticos.

“Estábamos esperando a que Fernández hable para desplegar la bandera. Cuando íbamos a hacerlo, la gente de Seguridad de Presidencia y efectivos policiales vestidos de civil se tiraron encima de ella. Otro se abalanzó sobre el compañero que estaba filmando nuestro intento de expresión. A ese compañero le pegaron y le intentaron sacar el celular. Quisieron quitarnos la bandera”, relata Pomar. En ese momento se escucharon, en el auditorio donde se llevaba a cabo el acto, gritos contra los agrotóxicos a los que el propio presidente aludió en su discurso.

“Escuchaba recién al compañero quejarse por el uso de agroquímicos; y está bien, son temas que se debaten en el mundo, pero no es necesario hacerlo de ese modo. Una de las cosas que tenemos que aprender es a hablarnos en voz baja, plantearnos nuestras diferencias en voz normal sin necesidad de maltratarnos”, dijo el presidente. Luego añadió: “Estoy seguro de que el compañero que se quejaba por el uso de agroquímicos lo hacía honestamente. Estoy seguro que él cree eso y tal vez haya que escucharlo, pero no hay que hacerlo de ese modo. Tenemos que bajar los gritos y escucharnos un poco más”.

El mandatario fue cuestionado en los últimos días por el nombramiento de Antonio Aracre, ex CEO de Syngenta, como jefe de asesores de presidencia. Tierra Viva publicó una serie de artículos de investigación periodística sobre la multinacional productora de agrotóxicos, escritos por la propia Pomar.

Mientras Fernández hacía referencia a la necesidad del diálogo, la Policía golpeaba al asambleísta e intentaba hacerse con la bandera que habían llevado los militantes para expresarse. Por lo violento de la situación, los tres militantes comenzaron a retirarse del lugar. “La Policía nos acompañó” por más de cien metros. Nos estábamos retirando con la bandera, diciéndole al personal que solo queríamos expresarnos, que es nuestro derecho en democracia, que fue algo pacífico y que ya nos estábamos yendo. En ese momento aparecieron dos móviles de la Policía Bonaerense circulando a contramano y se bajaron más efectivos. Nos dijeron que habían recibido la orden de detenernos e identificarnos”, relata Pomar.

Sebastián Vargas, periodista de FM Los Cardales que estaba acreditado para cubrir el acto, vio la situación y comenzó a filmarla con su teléfono. Por eso también recibió golpes y los efectivos le quitaron su celular. El trabajador de prensa y los tres asambleístas fueron detenidos ilegalmente y llevados a la Subcomisaría de Los Cardales, donde permanecieron cuatro horas en una situación irregular, puesto que no se les informó por qué habían sido llevados a la sede policial: “No nos dijeron nada, solo que habían recibido esa orden de Seguridad de Presidencia”.

“Estuvimos en la comisaría cuatro horas detenidos ilegalmente, los policías nos decían que estábamos ‘demorados’, pero entendemos que estuvimos detenidos ilegalmente porque nos retuvieron ahí. A las tres horas y media apareció el cargo que nos iban a imputar, que terminó siendo Resistencia a la autoridad”, dice Pomar. Más tarde, les presentaron un documento que reconstruía los hechos: “Estaba lleno de falacias, esbozaba que la seguridad del presidente estuvo en riesgo, que quisimos agredirlo y no es cierto. Tenemos diez años de una militancia absolutamente firme pero pacífica. Nuestra única intención era desplegar la bandera”.

Más de diez años de lucha por el derecho a la salud

Exaltación Salud es un grupo de vecinas y vecinos que se unieron para denunciar y luchar contra las fumigaciones con agrotóxicos que llegan hasta las casas, escuelas y cursos de agua de ese partido, localizado al norte del conurbano bonaerense. El colectivo nació en 2012 y, a través de los años, lograron visibilizar la problemática del agronegocio y sus consecuencias en la salud y el ambiente.

En 2019 realizaron una encuesta en los barrios de San José y Esperanza de ese municipio. El estudio confirmó problemas de salud relacionados al uso del herbicida glifosato. En sólo estos dos barrios de 30 manzanas (280 viviendas) se encontraron 50 casos de cáncer. De un año a otro, 31 de las personas enfermas fallecieron. También descubrieron que en 94 de esos hogares las personas presentaron otras enfermedades relacionadas a las fumigaciones, como problemas respiratorios, de piel, diabetes e hipotiroidismo.

“La bandera que no querían que se viera en el acto oficial terminó colgada en la puerta de una comisaría”, dice Pomar. “Nosotros no queremos seguir contando enfermos, queremos vivir saludables. La salud no se negocia”.

Gentileza de: Tierra Viva

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