HUEVO rompió San Isidro – por: Nati Rey Callone

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La  noche de ayer nos encontró saltando en el Centro Cultural San Isidro. Tras la presentación de Mandala, banda oriunda de la zona, seguida de la psicodelia macabra de Precarius, HUEVO dio inicio a un show excepcional. Si tuviéramos que definir en una palabra lo que sucedió ayer, sin duda, ésta sería increscendo. El espectáculo acústico y visual que inició sentados cómodamente en las butacas del teatro encontró su fin con un pogo iniciado por el mismo Julián Baglietto hacia el fondo de la sala. Estos músicos de un alto nivel, estos artistas integrales, regalaron al público piezas cargadas de ingenio, estremecimiento y color. Invadidos de potencia y prolijidad, Agustín Curutchet (voz), Joaquín García (guitarra), Manuel Yozía (bajo), Leo Neumarjt (teclados), Manuel Loza (saxo) y Chico Guidobono (batería), los 6 pilares de Mandala, abrieron la noche. Luego de interpretar temas de Catarsis, su primer EP, disfrutar del progresivo delirio enmascarado de Precarius, y agitar el groove con HUEVO, conversamos con Yozía quien, en medio de su adrenalina, exclama:

¡Francamente es un sueño cumplido! Cuando empecé con Mandala, dos de los primeros covers que hacíamos eran “Tita & Roger” y “Las mil diabluras”. Pensar que hace cuatro meses vi a HUEVO en Vorterix y ahora estoy compartiendo escenario con ellos es una locura. (…) Ahora es un momento raro para Mandala pero, si esto fue un cierre, fue el mejor cierre que pude haber tenido.

Al instante, tras bambalinas, aparece Juli Baglietto que, con tan solo dos horas de sueño encima y tras el increíble espectáculo que llevó adelante, nos cuenta su apreciación de la noche:

Me pareció un show muy lindo; más intenso llegando al final. En un momento uno tiró la de pararse y ahí empezaron a suceder cosas más fogosas. ¡Fue un show muy lindo!; lo bueno que tienen los teatros es que uno puede disfrutar mucho de la acústica y de escucharse bien.

¡Estuvo buenísimo!; fue creciendo, fue muy real. writing essays. Agrega Juli López Pisani

No nos podemos quejar – continúa Baglietto – cada vez se está armando algo más lindo, cada vez se nos acerca más gente. Está buenísimo poder elegir lo que uno hace, lo que uno ama. (…) Paso a paso, cada día salen más cosas y se renueva la ilusión.

Esta ilusión es la que mantiene a la banda encendida y en constante proyección. Baglietto (guitarra y voz), Lans (guitarra), López Pisani (bajo) y Sainz (batería) desarmaron frente a nosotros no solo su segundo álbum casi completo, No todos eren como ti, sino también temas ya emblemáticos de Las mil diabluras como “Versos”, “Cable” o “Aeroscopía”. Y así vibramos, bailamos, respiramos. Así; haciendo un lugar a esta Música tan nueva, pero tan nuestra al mismo tiempo.

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