En Tierra Under te mostramos lo que no te quieren mostrar, ya que los medios de comunicación, y los políticos de turno, son parte de este negocio millonario que esta matando y enfermando a pueblos enteros en nuestro país y en el mundo. Y para peor de todo esto, en estos días nos enteramos que el señor Hernán Lombardi lanzó en la TV Pública los domingos a las 14 «Locos por el campo», un programa dedicado a lavarle la cara al agromodelo.
Tan solo en Santa Fe la población expuesta a estos químicos llega al 50 %, y en toda Argentina suman aproximadamente 13 millones, casi un tercio del país. Vayamos a apoyar «La Tierra Roja» en la primer semana ya que sino es facil sacarla de cartelera.
Las grandes multinacionales de la industria del papel destruyen la selva tropical (Alto Paraná) vertiendo agroquímicos en tierra fértil para plantar pinos y aumentar su productividad. Las consecuencias de estas acciones son múltiples y desastrosas, tanto para la población local (malformaciones genéticas, proliferación del cáncer, intoxicaciones, etc.) como para la supervivencia de nuestro planeta (calentamiento global, la contaminación del agua, etc.)
Pero cuando estas tragedias cotidianas son a la vez tan cercanas, por la verdadera amenaza que representan, y a la vez tan lejanas, geográficamente, ¿estamos realmente conscientes de lo que pasa?
«¿No somos todos interesados? » Esa es la pregunta que surgió en el espíritu del director Diego Martínez Vignatti y de Entre Chien et Loup producciones antes de tomar la decisión de hacer de esta abrumadora realidad, un obra de cine comprometida, en el interés de todos.
La Tierra Roja:
En Misiones, Pierre es mandato de una multinacional para gestionar las recortes de la selva y las plantaciones de pinos. Apasionado de Rugby, Pierre también lidera el equipo local de jóvenes » Los Carpinchos». En su profesión, Pierre no tiene reparos, destruye la selva, quema y desparrama agroquímicos en esta tierra fértil para mejorar el rendimiento de su empresa. En Misiones, hay un sinnúmero de bebés con malformaciones, cánceres, y niños con retraso mental debido a la utilización de esos mismos agroquímicos. Un movimiento de revuelta se extiende en la población y Pierre enfrenta deserciones entre sus propios trabajadores. Pierre está también enamorado de Ana, una joven maestra activista que asume la causa de la población. Arrinconado, Pierre ya no tiene otra opción, tendrá que elegir un bando.
Pierre trabaja como capataz en el obraje de una multinacional en plena selva misionera, desmontando bosques y plantando pinos para fabricar papel. Pasa sus días entre su trabajo en el monte, y un equipo de rugby juvenil que entrena con pasión. Pero su vida cambia cuando se enamora de Ana, una maestra rural preocupada por los problemas que el uso indebido de los agroquímicos está provocando en la población.