El contenido temático más importante de la obra es el del rol de la mujer en la sociedad. Su posición de inequidad frente a las oportunidades de desarrollo (educacional, laboral, económico, etc), su posición de cosificación sexual, su estigmatización estética frente a un modelo de belleza excluyente y machista.
Desde el punto de vista escénico hemos trabajado una puesta que evidencie ese posicionamiento de la mujer y lo femenino. La escenografía y la utilería son rosas, generando una imagen monocromática, estandarizada, de una casa de muñecas idealizada que debiera ser bucólica cuando es, en realidad, una cárcel de cristal.
La única salida de ese mundo es la ventana por la que la protagonista puede ver el mundo, casi como una sombra platónica, a través de las luces y reflejos que ingresan a su casa por allí. De esos reflejos nuestro personaje se enciende, se inspira.
La puesta cuenta con la particularidad de estar pensada para intervenir al público, mediante el armado de una “pasarela” que, como si fuera un recital, genera esa sensación de “modelaje” de las actrices al recorrerlo. Esto nos permite acercarnos al público, bajando de esas tarimas, y romper la cuarta pared en momentos oportunos.
Como contrapunto, la protagonista sufre tremendamente estar posicionada de esa manera. La presencia del antagonista (que es un personaje tácito en la obra, pero continuamente presente) se genera a nivel de puesta escénica y lumínica dando la impresión de estar siendo filmadas por un “gran hermano” (Paradise Corporation) que las controla.
A nivel narrativo se han omitido explícitamente las coordenadas espacio-temporales, de manera que espectador desconoce en rigor dónde y cúando sucede la obra (además que el tiempo está detenido, en los relojes que componen la escenografía), dejando la sensación de “mundo parelelo” o de futuro cercano por los acontecimientos sociales que se nombran en los parlamentos. Esto es especialmente interesante ya que genera un distanciamiento de la realidad actual, nos aleja del realismo teatral, para poder resaltar y reflexionar, justamente, sobre el realismo y la actualidad de la temática dramática. Generamos un distanciamiento formal (en algún punto brechtiano), para lograr un acercamiento reflexivo a los contenidos. Aunque de ninguna manera se pretende una reflexión intelectual sino, justamente, a través del impacto emotivo.
Bruno Milani
DRAMATURGIA: Mariana Alzaga
ELENCO: Mariana Alzaga (Mujer Perdida), Lucila Tamame (Mujer Encontrada)
VESTUARIO: Romina Ivanoff
DISEÑO GRAFICO: Bruno Milani
DISEÑO DE LUCES: Bruno Milani
DISEÑO DE ESCENOGRAFIA: María Clara Dal Din
REALIZACION DE ESCENOGRAFIA: María Clara Dal Din, Mauricio Klinger
PRENSA: Más Prensa
PRODUCCION: Cecilia Dellatorre, Cinthia Vega Esquivel
DIRECCION: Bruno Milani