Fernando Gómez, de 27 años y padre de tres niños, fue asesinado en un operativo de Gendarmería Nacional, fuerza bajo la responsabilidad de la ministra Patricia Bullrich. Sucedió el 18 de diciembre en Orán (Salta). Su trabajo era transportar mercaderías en la frontera, rol conocido popularmente como «bagayeros». Un crimen impune y un poema en su memoria.
Por Daniel Aráoz Tapia
Me llamo Fernando Gómez.
¿Alguien sabe aquí quién soy?
Llevo un par de días muerto
y en las crónicas no estoy.
Sé que de la tierra vengo,
por eso a la tierra voy.
Soy salteño y bagayero
y ya he sido el muerto de hoy.
La Ministra viaja a Disney
y ha dicho que «narco» soy.
Ella se va con los nietos.
Yo solito y muerto estoy.
Quedan huérfanos mis hijos.
Yo al chancheo ya no voy.
Ahí me ganaba la vida,
la que me quitaron hoy.
En Orán hubo pueblada.
¡Ahí todos saben quién soy!
Un bagayero no es narco
pero aquí enterrado estoy.
El gendarme apunta al pecho.
Adelante de otros voy.
Aquí no hay armas, hay piedras.
¿Qué narco usa piedras hoy?
Otros han caído conmigo
y ahora «jefe narco» soy.
La ministra está en su cargo.
Yo en mi casa ya no estoy.
Me llamo Fernando Gómez.
Con mi alma en pena ahora voy.
Orán me llora en mi entierro
y el país me olvida hoy.
¿Van a creerle a la ministra
o van a decir quién soy?
Ilustración: Sebastián Damen
Gentileza: Tierra Viva