“Nosotros somos nosotros siempre” declaraba Edu Gervasio, cantante de Pezones Cardozo, durante su entrevista para Todos somos ilegales en nombre del resto de la banda. Es esa autenticidad y segura identidad aquello que caracteriza a este grupo oriundo de la zona sur de la ciudad y nacido allá por el año 96’.
Nuestro entrevistado junto Paolo Botto (guitarra), Gonzalo Varela (bajo), Alejandro Cabrera Britos (saxo tenor y soprano), Gabriel Cabrone (saxo alto) y Nahuel Camicha (batería), dan vida a una de las pocas bandas argentinas que se encaminan a sus 20 años de independencia y autogestión.
Manteniéndose, siempre que sea posible, en la vereda opuesta al mainstream, y sin dejar de evidenciar los conflictos e injusticias tanto en el plano musical como en el político-social, Pezones Cardozo no deja de sorprender con letras afiladas y ritmos versátiles, con el continuo juego de saxos serpentinos, la complicidad de las guitarras y esa potencia de un bajo que nunca afloja.
Laburo y Pasión son los elementos claves que distinguen el último álbum, La luz de la empatía, de sus anteriores trabajos. Si aun no los escuchaste Pezones te invita el próximo 12 de Noviembre en la Trastienda a vivenciar esa chispa, esa luz, que aparece entre sus músicos y genera el hecho artístico.
• Tras casi 20 años de trayectoria y más de 400 presentaciones a lo largo y ancho del país, ¿cómo podrían definir su relación con el público?
La relación con el público es bárbara; desde el primer momento, necesitamos siempre esa complicidad con ellos. Hay pibes que vienen a vernos desde la primera época y saben de la banda hasta más que nosotros mismos jajaja. Es algo muy lindo y mágico que se da en cada show con la gente, son el verdadero combustible para que la banda siga batallando siempre.
• ¿Qué opinan de la situación del músico under actualmente?
Por un lado está todo más difícil a la hora de tocar (no hay sótanos como antes), pero por otro lado es más fácil el tema de grabar un disco y de la difusión en las redes. También ahora hay una unión de los músicos que antes no se veía tanto. Yo soy miembro del SAC y es un orgullo ver cómo se apoyan las bandas todo el tiempo y la unión entre bandas y colegas.
• ¿Cómo llevaron adelante estos innegables casi 20 años de autogestión?
Lo de la autogestión es algo que ya vino con nosotros; si bien algunas veces se nos acercaron algunas propuestas, la verdad que no nos convencieron para nada. El tema de ser independientes y autogestionados nos da una libertad para hacer lo que queramos; seguramente sea algo muy limante a veces el tema de ser artista y productor de todo, pero bueno, es subir una escalera, escalón por escalón; a veces subís 5 escalones de golpe y a veces bajas 2, lo importante es reciclar la energía para volver a escalar siempre.
• ¿Cómo definirían en pocas palabras su crecimiento artístico desde Tricota For Fai hasta el presente?
El crecimiento de la banda se dio a base de laburo, mucho esfuerzo y muchas equivocaciones también. La idea fue siempre laburar mejor y lo más profesional que se pueda. Creo que como banda under llegamos a todo lo que se pueda llegar y eso también reconforta porque quiere decir que le pusimos todo y que cumplimos con nuestros objetivos. Después, lo otro; la utopía de vivir de la banda ya depende de otros factores que son ajenos a nosotros, como la suerte y la difusión en medios masivos, creo.
• ¿Cómo fue la dinámica compositiva y de producción de su último registro discográfico, La luz de la empatía?
La luz de la empatía, sin dudas, fue nuestro disco más profesional; desde la concepción hasta su nacimiento, es una obra pareja a nivel compositivo, a nivel sonido también. Lo grabamos en un gran estudio, con un gran productor y un excelente equipo técnico y sin dudas que fue eso; un conjunto de almas empatizando para lograr la luz que se refleja en cada canción del álbum.
• “Voy hambriento de Pasión (…) escalando la pendiente del Amor” declaman en su tema El muro, ¿qué pueden contarnos acerca del mensaje que transmite esta pieza?
“El muro” habla justamente de eso, de tratar de escalar y traspasar la adversidad; ponerle todo para lograrlo, tener hambre de triunfo y de gloria, más allá de todo lo que te imponen y todos los escollos que hay que sortear en el camino.
• La formación con dos saxos resulta muy interesante, ¿cuáles son las implicancias de ella para ustedes?
Los vientos en la banda le dan ese toque de dulzura y fuerza a la vez. Al ser una banda que no tiene teclados, los bronces son fundamentales en darle un toque más abierto a la musicalidad de las canciones.
• ¿Qué expectativas existen frente a la inminente presentación en la Trastienda el próximo 12 de Noviembre, y cómo se preparan para el futuro?
Las expectativas son muchas. Es un show donde nos jugamos muchas cosas, es una apuesta muy grande para nosotros, es ahí donde apostamos a superar al Muro del que hablábamos antes. Que una banda como nosotros llegue a tocar en ese lugar, ya por segunda vez, creo que le da a otras bandas que vienen atrás el anhelo de saber que con amor y perseverancia las cosas se pueden lograr, y que el futuro ya llegó hace rato como dice el gran Solari.
Nota: Natalia Rey Callone.