Tomás Pearson está cumpliendo 25 años con la música, y que mejor idea que festejarlos con el lanzamiento de su ópera prima «Gibsong», en compañía de grandes figuras del reggae internacional: Rico Rodriguez, leyenda del trombón jamaiquino y Dennis Bovell y Henry Matic Tenyue (UB40) desde Londres son algunos de los nombres que participaron en esta docena de canciones con letras inspiradas en vivencias, en la mujer y en especial en su madre, gran motor disparador de las letras de Pearson. El fundador y bajista de Gondwana I-Locks Labbe (Chile) colaboró en algunos bajos e integrantes de Cultura Profética (Puerto Rico) y cantantes como Aguamala (Venezuela) Pablo Molina (TTM, Lumumba) y Matamba (Bolivia) completan el seleccionado.
La paleta de artistas y amigos de Tomas Pearson que participan en «Gibsong», sembraron la semilla para que crezca el árbol de la integración latinoamericana e internacional: «Gibsong by reggae singers». Allí, las canciones siguen el hilo conductor de la histórica Gibson SG 61, instrumento con el que Pearson acompañó a la poesía a lo largo de su carrera: 10 discos con Los Cafres, 3 canciones con Gondwana, y una con Cultura Profética, tridente creador del reggae en español. Su abuelo Pearson, quien fue escritor, parece haber impregnado su don en este árbol, logrando buenos frutos y buena madera.
La presencia estelar de Rico Rodriguez en trombón aportó magia instrumental y humana, una rica experiencia de un grande con fuertes valores que se ven reflejados en el disco. El gran Dennis Bovell (lkj,matumbi, productor legendario y multi instrumentista) aporto su voz y amor al proyecto. Henry Matic con su trombón UB40 le sumó experiencia a «Savia».
En vivo, la banda cuenta con un director musical – Nelson Gesualdi-, quien participó en la grabación de trombones, piano, synthes y arreglos de varias canciones de GIbsong. Gesualdi cuenta con una vasta trayectoria en el espectáculo: durante 8 años fue el director musical del show de Martín Bossi. Pedro Pearson -hermano de Tomás, nominado a los Premios Grammy como mejor ingeniero de sonido- le puso la cabeza técnica a «Gibsong», y fue el encargado de lograr un sonido unificado en doce canciones que viajaron por todo el mundo.
Tomas Pearson comenzó su carrera en 1994, debutando en las grandes ligas: con Los Cafres en el Estadio Obras, acompañando a Los Fabulosos Cadillacs. Dicho debut, tanto en una banda como con la guitarra le disparó la idea de comenzar a escribir y componer canciones.
Poco a poco fue aportando a la banda su creatividad desde lo plástico -Tomas es un talento en el dibujo-, primero en volantes, luego en el arte de «Instinto» (1995), «Espejitos (2000) y «Vivo a Lo Cafre» (2003), y desde lo musical, grabando todas las guitarras de la mano de su Gibson SG. Desde ese momento, comenzó a formar parte de la composición con Los Cafres en canciones como «Sueña por el hoy», la música de «Flor de potrero», «Ruge la barra», «Agua», «Oasis», «Por fin», «Verte bien» y «Corazón sin nombre».
Durante sus viajes junto a Los Cafres, Tomás se acerca a los ritmos folklóricos y al charango en particular, lo que le dispara la idea de fusionar ritmos autóctonos con el reggae. El círculo se cierra cuando el Chango Farías Gómez es convocado por él a grabar una canción («Pirata Colón»), momento en el que termina de concebir esta nueva forma de abordar sus preferencias musicales.
El disco “Quien da más» (2005) es el disco bisagra en la historia de la banda con Tomás en sus filas, y aquí él se mete de lleno en la composición de canciones como «Al sol, pura vida, tu voz» y la música -y arreglos corales- de «Al menos hoy»; además, programa baterías para los temas «Tu voz» y «Mi aliento». Sin darse cuenta, empieza a emerger la faceta de productor en Tomas Pearson.
«Bastará», el clásico que catapulta a la banda como uno de los referentes del reggae local es tal vez una de las canciones más emblematicas que Tomás Pearson haya escrito en su fuerte paso por la banda, ingresando en el TOP 30 del rock nacional.
Una nueva etapa comienza con «Gibsong», disco en el que Pearson se expande en lo compositivo y se da el gusto de hermanar el reagge mundial.
