Con su trío integrado por el prestigioso saxofonista Bob Franceschini y Dennis Chambers, una leyenda en la batería. Wooten deslumbró a un Coliseo repleto.
Por momentos la multitud callada, atenta, con esa mezcla de admiración e incredulidad. Gratamente sorprendida ante los sonidos, destreza, feeling, magia, que se disparan de esas cuatro cuerdas. Es que este material presentado llamado Tripnotik da para esa esas pausas y también para los estallidos cuando Víctor castiga con furia su bajo.
Sin duda alguna este concierto está en el top five de lo que se vio y escuchó por Baires este año.