EL SALTO, tal como muestra su portada, es una bocanada de colores y sonidos, resultado de una búsqueda musical y un proceso de crecimiento.
El disco abre con el corte FUEGO CRASH, una canción llena de matices y estilos con una letra que habla de liberación mental y hermandad de culturas, proyectándose a encontrar un lugar dentro del rock latinoamericano. Su videoclip con una estética llena de color que retoma el espíritu de la época dorada de los vhs, y videos musicales ya está disponible en su canal de YouTube.
En el disco no falta la clásica balada lover con el sello marcado de la banda y la voz de Yael Rodriguez, que con su impronta dulce y a la vez poderosa es cada vez más reconocida como una de las mejores voces femeninas del género.
EL SALTO también contiene dos versiones de temas muy distintos entre sí, aunque Reggae Rockers supo reversionar con una personalidad única. Así suenan Paisaje, el clásico de Franco Simone que inmortalizó la mágica Gilda y Redemption Song de Bob Marley, tema que cierra el disco.
Está pieza discográfica se transforma entonces en un viaje multisensorial en el que la banda muestra su versatilidad musical y su sello auténtico.
Los estilos y los ritmos se fusionan de manera exquisita. Un recorrido que conecta, con emociones, pero que también siembra consciencia y reflexión.
«EL SALTO marca un antes y un después en nuestro recorrido y creemos sin dudas que será uno de los discos más importantes de nuestra historia» aseguran los Reggae Rockers que muestran estar más convencidos que nunca para seguir brillando y conquistando corazones con su música.
Con más de 15 años de trayectoria Reggae Rockers tiene su lugar dentro del reggae nacional aunque busca expandirse cada vez más al igual que la fusión de su música. Su propuesta enciende a quien la escucha e invita a disfrutar de ritmos y melodías únicas.
Han sido reconocidos y compartido escenario con grandes artistas como The Skatalites, Israel Vibration, Gondwana, Auténticos decadentes, Cafres, Fidel Nadal, Alika, Dancing Mood, entre otros.
